viernes, 24 de diciembre de 2010

el Deseo

El deseo nos llena de límites e impedimentos. El deseo es la forma de manifestar un vacío. Lo deseado viene a llenar un espacio vacío, el deseo es el motor de ese estado.

Cuando deseamos, tenemos que comprender que hay un vacío interno y que este deseo también trae otras consecuencias negativas. Por eso antiguamente se habla de eliminar los deseos, y la forma de eliminar los deseos, es comprendiendo y llenando aquellos espacios por donde se escapa nuestra energía y generan vacíos. Un ejemplo actual es el deseo de tener algo material, como un televisor, teléfono, etc. El consumismo utiliza publicidad para generar vacíos utilizando “necesidades de calidad de vida”. Falsas ideas sobre el bienestar humano basadas en la automatización de lo cotidiano.

¿Pero porque el deseo nos llena de límites?, porque cuando deseamos, estamos atados, apegados a algo o alguien y el apego nos hace débiles, dependientes, esclavos, etc. Y si, encima el deseo no se puede concretar, viene el desconsuelo, la depresión, el fracaso, la angustia, etc. Incluso muchas veces, el deseo entorpece la mente, porque el miedo al rechazo, nos reprime el deseo. Y la represión de este deseo particular se manifiesta en otro deseo particular.

Como se elimina el deseo, muchas veces debemos dejar de lado los conceptos sociales, culturales, dogmas y todo aquello que nos indique una forma de vida “tipo”, el trabajo de la benevolencia, comprender que la felicidad es la contracara de la infelicidad, si uno desea ser feliz es porque actualmente es infeliz. El deseo nos coloca en una posición de futuro, porque el deseo es aquello que queremos alcanzar o lograr y generalmente perdemos de vista el momento presente, la realidad de la vida y lo único verdadero está en el reconocimiento del sentido de la vida en las cosas cotidianas y presentes.

Lao Tse dice:

Las personas avanzadas están en paz y no tienen deseos; están en calma y no tienen preocupaciones. Hacen del cielo su baldaquín y de la tierra su carruaje; de las cuatro estaciones hacen sus caballos y convierten a la oscuridad y a la luz en sus conductores. Viajan por donde no hay camino, vagan por donde no hay abatimiento, parten sin atravesar ninguna puerta.

sábado, 17 de julio de 2010

Lao Tse

Existen infinitas diferencias cuando el Camino facilita la vida: armoniza la oscuridad y la luz, regula las cuatro estaciones y armoniza las fuerzas de la naturaleza. Humedece el mundo vegetal, impregna el mundo mineral. Los animales salvajes se hacen grandes, sus pieles lustrosas; los huevos de los pájaros no se rompen, los animales no mueren en el seno materno. Madres y padres no sufren la pena de perder a sus hijos, los hermanos no experimentan la tristeza mutuamente. Los niños no quedan huérfanos, las mujeres no enviudan. No se ven signos atmosféricos de mal agüero, no se producen robos y bandolerismo. Todo esto es aportado por la virtud interna.