"Shao (estudioso del I Ching) compró una lámpara de cristal y se le ocurrió calcular el ciclo de duración del objeto. Tras realizar las operaciones pertinentes, llegó a la conclusión que la lámpara se rompería un día determinado al mediodía. Al llegar la fecha indicada, Shao colocó la lámpara sobre una mesa y se sentó a contemplarla esperando que se rompiera de un momento a otro. Era la hora del almuerzo y su esposa lo había estado llamando persistentemente para que acudiera a la mesa, pero él estaba tan absorto en sus pensamientos que no se percató. La esposa salió en su busca y lo encontró con la mirada fija en la lámpara, insensible a todo lo que ocurría a su alrededor. Enfadada ante aquella actitud que le pareció absurda, golpeó la lámpara y la hizo pedazos. Shao dejó escapar una carcajada. El objeto había encontrado su fin en el momento predicho."
Muchas veces las cosas suceden como deben suceder, en el momento al cual, el destino escrito lo indica. El problema es que la mayoría de las veces no sabemos como va a suceder y sucumbimos en la desesperación de la ignorancia. Calmar la mente, nos sirve para aceptar el hecho, no en el dolor, sino de que el hecho, es solo hecho, lo negativo o positivo, lo bueno o lo malo, dependerá de nuestra mente científica que necesita dividir para comprender y clasificar generando estructuras de pensamiento y morales. Muchas veces el amor, o la salud, vienen luego de un agotamiento o dolores que llegan hasta el alma y el espíritu. Lo que deberíamos ver, es la necesidad de que ese hecho yin o negativo ocurrió porque era necesario romper algunas estructuras para lograr el hecho y seguramente, sucede, en el momento que debía suceder.
Muchas veces las cosas suceden como deben suceder, en el momento al cual, el destino escrito lo indica. El problema es que la mayoría de las veces no sabemos como va a suceder y sucumbimos en la desesperación de la ignorancia. Calmar la mente, nos sirve para aceptar el hecho, no en el dolor, sino de que el hecho, es solo hecho, lo negativo o positivo, lo bueno o lo malo, dependerá de nuestra mente científica que necesita dividir para comprender y clasificar generando estructuras de pensamiento y morales. Muchas veces el amor, o la salud, vienen luego de un agotamiento o dolores que llegan hasta el alma y el espíritu. Lo que deberíamos ver, es la necesidad de que ese hecho yin o negativo ocurrió porque era necesario romper algunas estructuras para lograr el hecho y seguramente, sucede, en el momento que debía suceder.
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